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San Cristóbal de la Polantera

Tribus, imperios y reinos dominando sus tierras

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Muchas de las localidades del norte de la península deben su nombre y configuración actuales a las labores de repoblación durante los siglos posteriores a la dominación musulmana. La reconquista iniciada por los reyes astur-leoneses fue creando nuevos asentamientos permanentes. Estos recuperaban en muchas ocasiones antiguas ubicaciones de las tribus astures del periodo prerromano: los Egurros tuvieron posiblemente su núcleo principal en San Martín de Torres y los Amacos en Astorga. A los colonos se les concedían contratos agrarios y de asentamiento en un documento denominado «Carta Puebla Entera».

En el caso de San Cristóbal, su fundación es debida al Marqués de Astorga. El término «Puebla Entera» derivó fonéticamente a Polantera. La gran movilidad de estos pueblos, siempre vinculados al cauce de los ríos, dio paso a asentamientos más estables con la invasión romana: las explotaciones auríferas y de plata en toda la zona norte de León creó vías y emplazamientos de control de las rutas. En la pared de la iglesia de Villagarcía de la Vega, localidad del municipio, se conserva una lápida funeraria de un soldado romano.

La iglesia parroquial de San Cristóbal tiene una gran espadaña de piedra cuyas campanas, según cuenta la leyenda, espantaban a las tormentas con su toque largo, profundo y prolongado.          

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