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San Juan de la Encinilla

Austero por fuera, lujo barroco por dentro

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Municipio de unos 90 habitantes al noreste de San Pedro del Arroyo, cerca de la autovía A50 entre Ávila y Salamanca. Dista de Ávila 32,5 km e incluye la localidad de San Juan Bautista.

Aunque predomina la llanura cerealista en un paisaje que empieza a ondularse camino de la sierra, a San Juan de la Encinilla no le falta verde: las líneas de álamos y vegetación de ribera junto al río Vinegra, sotos y prados al norte, junto al Arevalillo, y vegetación lacustre en el lavajo de la Redonda, donde avistar aves esteparias y acuáticas típicas de La Moraña como ánades azulones, avefrías, cucharas o cigüeñas.

En el caserío abundan los edificios encalados, algunas casonas de dos alturas y la iglesia de San Juan, con espadaña, muros de clásica mampostería encintada y una gran cabecera construida en piedra y sujeta por contrafuertes. Tiene que ser grande para albergar en su interior una de las joyas del templo: un enorme retablo barroco bajo bóveda de crucería. No es el único, comparte templo con otros cuatro retablos menores y un curioso sepulcro con la estatua yacente inclinada para que quepa en el hueco del muro.

Hay quien prefiere otro elemento decorativo más sencillo, heredero de la tradición artesana mudéjar: la armadura de par y nudillo que cubre los techos de las tres naves, aunque destaca por su complejidad la de la principal. El sotocoro completa el manual de carpintería fina.

La ermita del Cristo, igual que la iglesia, disimula con un exterior muy austero (espadaña y atrio sobre dos columnas desiguales) un interior de lujo barroco.