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Santo Tomé de Zabarcos

Mountain bikes entre encinas

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Localidad de unos 70 habitantes a 36,4 km de Ávila, cercana al río Arevalillo (curso transitorio) y a la autovía A50 que conecta Ávila y Salamanca.

El paisaje de Santo Tomé empieza a transitar entre las llanuras de solemnidad más al norte (Moraña baja) y las tierras más onduladas y arboladas al sur (Moraña alta, que va ganando altitud al acercarse a las estribaciones de las sierras). El pueblo conserva algunas casonas solariagas de arquitectura mudéjar (cuarterones de mampostería encalada entre ladrillo visto), con la particularidad de que las bases del muro son de piedra, un material muy poco frecuente en el mudéjar popular más al norte.

La iglesia de Santo Tomás (conserva un órgano barroco muy valioso) y la ermita del Cristo del Humilladero también reproducen el estilo mudéjar. Santo Tomé se diría un pueblo de la Tierra de Campos palentina por la abundancia de palomares; conserva cuatro, nada menos.

Aunque el municipio se rodea de campos cerealistas típicos de la comarca, muy cerca, al sur y al oeste, se despliegan unos generosos encinares en dehesa junto a los ríos Almar y Honda. Las masas de encinas que se extienden al oeste de este segundo río se incluyen en el espacio protegido Encinares de Sierra de Ávila. Desde las afueras de Santo Tomé, al sur, hasta el pueblo de Horcajuelo, el río Arevalillo avanza entre álamos y prados.