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Trévago

Reducto celta en la sierra castellana

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Celtíberos, romanos y musulmanes transitaron la tierra donde se alza Trévago, pueblo de larga historia. Su topónimo parece provenir, según don Ramón Menéndez Pidal, del nombre Trebelius, de origen celta o íbero, y aparece escrito por vez primera en un texto del año 105. Lógicamente, los antiguos pobladores dejaron restos muy interesantes. De época celtíbera se conservan vestigios de moldes de fundición de flechas, molinos de piedra y una piedra con caracteres íberos. Los romanos, por su parte, construyeron una calzada que parte de Muro de Ágreda, atraviesa Trévago y llega hasta Valdegeña. De época árabe data el torreón almenado, del siglo IX y unos 16 metros de altura. La iglesia gótica de Nuestra Señora de la Asunción es, sin duda, uno de sus mayores riquezas: construida entre los siglos XVI y XVIII, conserva la entrada original, con arco de medio punto, así como una fabulosa pila bautismal prerrománica, de grandes dimensiones. El altar mayor se concluyó en 1717 y contiene un retablo barroco churrigueresco. La ermita de la Virgen del Río Manzano, a dos kilómetros del pueblo, guarda una talla de la Virgen y el Niño del siglo XIV que, dice la leyenda, se encontró en el río Manzano. Sólo los rostros y las manos conservan la policromía original. En 1991 se inauguró el Museo Etnográfico, que muestra las señas de identidad de la cultura local a través de objetos antiguos y herramientas de trabajo. Otra razón para visitar el pueblo, que dispone de casas rurales, son sus rutas de senderismo o cicloturismo.

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