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Valdelagua del Cerro

Herencia gótica y pasado ganadero

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Con menos de 20 habitantes, es uno de los pueblos más pequeños de España, según el Instituto Nacional de Estadística. Está a 49 kilómetros de la capital y se cree que su origen fue celtíbero, pero Valdelagua del Cerro vivió sus años dorados en los siglos XVI y XVII, cuando ejerció como destacado enclave ganadero; de hecho, el ganado porcino y bovino sigue dando de comer a algunos de sus habitantes, así como el cultivo de cereales, patatas y legumbres (sin olvidar la producción de excelente miel).

Las casas más antiguas de la localidad, próximas a la parroquia, reflejan aquel rico pasado: son de estilo gótico, de sólida construcción y sillería en puertas y ventanas. La propia iglesia de Santa María Magdalena es también de estilo gótico tardío; se trata del único monumento relevante, ya que, de las dos viejas ermitas de las afueras, dedicadas a San Roque y San Sebastián, solo quedan restos.