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Valdés

La joya de la corona

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Valdés es uno de los pocos lugares de Asturias donde la parroquia, Luarca, es más conocida que el concejo. Guarda un encanto único por el emplazamiento donde se sitúa, la desembocadura del río Negro sobre el Cantábrico. Enfrente de la calle Rivero, se aprovecha muy bien todo y el espacio que no ocupa la lonja, es para los feriantes de verano y sus atracciones. Su puerto marítimo es la zona más bonita, puesto que una hilera de viviendas de gran colorido y belleza forman una especie de herradura sobre el agua; un pueblo que desde arriba y en perspectiva parece ser una maqueta de sí mismo. La hermosura del enclave se filtra hasta la plaza Alfonso X El Sabio y allí uno se siente acogido por este lugar con aire especial y distinguido. Llegado agosto, sus principales festejos comienzan, donde destaca la fiesta de Nuestra Señora del Rosario y cualquier visitante, turista o peregrino puede ver la procesión que llega hasta el mar, incluso, y degustar la variada oferta gastronómica que se brinda en esas fechas y durante el resto del año. Podrán, también, ascender a ver el Faro de La Atalaya y la ermita de Nuestra Señora La Blanca.

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