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Valverde de Valdelacasa

Parada y fonda al estilo romano entre Mérida y Astorga

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Valverde de Valdelacasa es un pequeño pueblo salmantino situado a 15 kilómetros al norte de Béjar y un punto de paso obligado para todos aquellos peregrinos que siguen la Vía de la Plata camino a Santiago. Y es que precisamente en este lugar se encontraba la 'Mansio ad Lippos', que era la parada 144 en la Via Antonio. Aún se pueden contemplar algunos miliarios que marcaban la distancia en la antigua calzada. Concretamente, en la zona conocida como Prado Fusillo, se puede ver el miliario 143, del año 100, de la época de Trajano, que se mantiene en su lugar original. Además se pueden ver dos miliarios más, junto a la carretera de Valdelacasa que, aunque se movieron de su posición original, su actual ubicación permite que puedan ser observados por los que pasan por esta vía. 

También de época romana es una fuente, o quizá parte de una alcantarilla de la época, que se encuentra junto a la calzada romana, a las afueras del pueblo. Aunque éste no es el único vestigio de otra época que se puede encontrar en los alrededores de Valverde, puesto que a unos 500 metros al norte del pueblo, se puede visitar una antigua tumba labrada en un alto canchal de granito que podría ser alto medieval o visigoda, con influencia vetona, lo que da nuevas evidencias de un antiguo asentamiento un poco más arriba de donde se encuentra el actual pueblo. Las fuentes también tienen una importancia especial en el pueblo y, además de la de época romana, se puede encontrar la Fuente del Cura, junto al primer miliario de la carretera que podría datar del siglo XV o XVI, y una fuente de aguas sulfurosas en el paraje conocido como La Sargá, junto a la tumba en la piedra.

Todo este patrimonio se puede descubrir paseando por los alrededores del pueblo, por los muchos caminos que de él salen y que, aunque no están señalizados, invitan a conocer el entorno. Sin embargo, dentro del núcleo urbano también hay edificios importantes para visitar, como la Iglesia Parroquial de Santiago Matamoros, del siglo XVI, que luce un campanario en espadaña con unos curiosos símbolos labrados en su base, o los restos de un antiguo hospital o refugio para peregrinos, un edificio singular del siglo XVI situado en la calle La Fragua, que hoy en día es privado y se usa como pajar. El albergue municipal o las cruces de piedra que podemos encontrar frente a la iglesia y a la entrada del pueblo desde Peromingo también son algunos lugares que merecen una visita.

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