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Villafranca de Duero

Refugio de Pedro El Cruel

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Los mayores de Villafranca de Duero cuentan una leyenda sobre las andanzas del rey Pedro I de Castilla, 'El Cruel', conocido por ordenar asesinatos con cierta facilidad, declarar la guerra a cuantos reinos se le antojaban y sobrevivir a varias sublevaciones. Entre unas aventuras y otras que tiñeron de sangre el siglo XIV, el rey pidió refugio en el tranquilo pueblo de Villafranca de Duero y para mostrar su gratitud le concedió la categoría de realengo (población que dependía directamente del rey y no de la Iglesia o la nobleza) y eximió a sus vecinos de pagar impuestos.

Sea mito o leyenda, desde entonces esta localidad ha vivido con cierta tranquilidad de la agricultura, en plena Tierra del Vino. Sus vecinos sufragaron la única iglesia que queda en pie, construida en la década de los años 80 y dedicada a Santa María Magdalena. Las fiestas en su honor se celebran el 22 de julio, con concurso de recorte de vaquillas, verbena y bailes populares.