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Villafuerte de Esgueva

Castillo-museo y templo románico

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Villafuerte es un destino imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura, porque sus calles esconden siglos de aventuras tallados en sus piedras. Entre el siglo XII y XV el pueblo estuvo bajo la influencia de la Orden de Calatrava, pero fue una acaudalada familia de judíos conversos, los González de Toledo, quienes empezaron a comprar y construir en la localidad. El descendiente Garci Franco de Toledo ordenó la construcción del castillo gótico de Villafuerte en 1474 y se autodenominó señor del pueblo, pero no llegó a ver su castillo terminado. Fue su heredero quien finalmente colocó el blasón familiar en la Torre del Homenaje. 

Otro de los tesoros arquitectónicos de Villafuerte es la Iglesia de la Santísima Trinidad, del siglo XII y estilo románico, cuyo hermoso artesonado mudéjar del siglo XV se contempla hoy en el Palacio de Pimentel, sede de la Diputación en Valladolid. Por último, la pequeña Ermita de la Virgen del Medianedo, a las afueras del pueblo, custodia un Cristo del siglo XVI con una curiosa mano desclavada.