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Villalba de la Loma

Ruta natural y dobles festejos

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Con solo 14 kilómetros cuadrados y 60 habitantes, Villalba de la Loma puede enorgullecerse de un patrimonio intangible: los paisajes y senderos, la tranquilidad y el silencio solo interrumpido por insectos y aves en la ruta natural que conduce desde el municipio hasta el vecino Gordaliza de la Loma. La senda nace en su monumento principal, la Torre de San Andrés, construida en el siglo XI en estilo románico y cuyo interior custodia un Cristo de la misma época. Se puede visitar, previa consulta con el Ayuntamiento. A su patrón San Andrés se dedican dos fiestas al año: el 30 de noviembre, de carácter más íntimo y litúrgico, y una nueva recelebración en agosto, con verbena, campeonatos de frontenis que se celebran en el vetusto frontón de comienzos del siglo XX, carreras de cintas, sardinada y bailes tradicionales.