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Villanueva del Campillo

El verraco más grande de todos

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Localidad de unos 100 habitantes que conecta al sur con la N110, situada a 53,5 km de Ávila.

Paisaje de pastizales con manchas de encinar, terrenos pedregosos y ondulados, al norte de las fuentes del Adaja y el comienzo del valle de Amblés, entre la sierra de Ávilla y la Serrota al sur. En su término nace el río Gamo, que bordea al pueblo por el este.

En el caserío sobresale como un gran buque la mole de la iglesia, la Natividad de Nuestra Señora, un templo que se distancia de la modestia rústica en la mayoría de los pueblos alrededor: en sillería bien labrada, con torre en vez de espadaña, esbelta, más aún por situarse en alto. Pero también recia, con la decoración reservada al pórtico monumental y unos contrafuertes enormes, que parecen excesivos para el tamaño del templo pero aportan personalidad al juego de volúmenes. El otro templo de Villanueva es la ermita de la Madre de Dios, junto al cementerio.

La plaza, donde predomina el granito en las casas tradicionales, acoge la postal más emblemática de Villanueva: dos verracos vetones tan desiguales en tamaño que el pequeño parece la cría del grande. Y el grande es el más grande. Se considera una de las mayores figuras zoomorfas de Europa en la época. Se ha restaurado con cariño. El toro original solo conservaba la parte delantera y la base, el resto se ha reconstruido con roca de diferente color.

Varias necrópolis medievales en el término son una buena excusa para elegir ruta senderista, en bici o a caballo, a las que la poesía popular les ha puesto nombres curiosos: el Canto de la sepultura, la Cocina de los moros y Navagamellas. Otra ruta emblemática: hacia el nacimiento del río Gamo, en los manantiales de Fuente Fría y Fuente Quinquillas, con más de 1.500 metros de altitud.