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Villavicencio de los Caballeros

Barroco y blasones entre girasoles

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Situado a 71 kilómetros de la ciudad de Valladolid, Villavicencio de los Caballeros, tierra de girasoles, tiene su origen en un primitivo poblado de la Edad de Piedra, hallado en el Teso de Castro, que años después sería ocupado sucesivamente por vacceos, romanos, árabes y cristianos. Debe su nombre al primer señor de la villa del que se tiene constancia: Miguel Fernández de Villavicencio, que sirvió al rey Enrique I de Castilla a comienzos del siglo XIII.

Entre los monumentos destacados de este municipio encontramos a las afueras una imponente torre de estilo mudéjar, la Torre de San Pelayo, que sirve de privilegiado mirador sobre Tierra de Campos. Ya en el casco histórico nuestro paseo nos llevará entre casas blasonadas, como el Palacio de los Francos, y el antiguo Priorato del s. XVIII, cuya fachada podemos contemplar junto al Ayuntamiento.

El s. XVI fue muy prolífico en el Villavicencio: dos iglesias construidas en esta época dan testimonio de ello. La de San Pedro, con tres naves, una torre gótica de tres cuerpos de ladrillo y en su interior tres de los mejores crucifijos de plata de toda la provincia. La iglesia barroca de Santa María, por su parte, merece que alcemos la vista en su interior, para admirar las extraordinarias bóvedas que cubren cada nave y capilla, así como los retablos barrocos. Para visitar ambos templos solo es necesario solicitar la llave en la cercana residencia de ancianos.