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Vilvestre

Restos prehistóricos en el corazón de las Arribes

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A 100 kilómetros de Salamanca y a 31 de Vitigudino, en pleno corazón del Parque Natural de las Arribes del Duero, la localidad de Vilvestre se alza sobre una colina, escondiendo grandes tesoros arquitectónicos, históricos y naturales.

La visita a Vilvestre puede empezar en la parte baja del pueblo, junto al frontón, donde se encuentra la cruz o rollo de justicia de estilo manuelino. Desde este punto también se pueden ver algunas de las casas típicas de Vilvestre, con sus grandes balconadas de laja de pizarra y barandilla de forja ornamentada. Otro de los atractivos que podemos encontrar en la zona baja del pueblo es el Centro de Interpretación de la Biodiversidad, un espacio que muestra la riqueza natural de la zona y que cuenta con un invernadero adosado donde se trabaja con especies autóctonas. Otro centro cultural de interés es el Museo Prehistórico, un lugar dedicado a las herramientas y utensilios de épocas pasadas que se encuentra en un edificio que también alberga la biblioteca y una sala multiusos.

Merecen también una visita el Ayuntamiento, la Plaza Mayor y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, obra del maestro Pedro de Lanestrosa, conocido como Pedro el Viejo. Construida con sillares de granito, cuenta con una sola nave y con una capilla mayor con bóveda de crucería de estilo gótico final, puesto que data de 1540. El retablo central de la iglesia es del siglo XVII y estilo barroco, mientras que los laterales son de estilo churrigueresco y datan de principios del XVIII. Entre las imágenes cabe destacar la talla policromada de Nuestra Señora de la Asunción y las de San Pedro y San Pablo. 

Siguiendo las calles empinadas hacia arriba se llega hasta la zona del castillo medieval, del que apenas quedan unos restos, especialmente de la muralla, y que vigilaba la frontera con Portugal. De hecho, fue un punto muy importante durante la Guerra de Sucesión a la Corona de Castilla entre Isabel I de Castilla y Juana la Beltraneja, casada con el rey Alfonso V de Portugal. En la misma zona se encuentra la Ermita de la Virgen del Castillo, del siglo XVIII y un estilo a caballo entre el barroco y el clasicismo. Aún más arriba del castillo y de la ermita, en la zona del mirador, se encuentra el Santuario Rupestre El Castillo, descubierto a finales de los años 60, declarado Bien de Interés Cultural y considerado uno de los monumentos prehistóricos más importantes de Europa. 

Además de todo ello, merece la pena dar un paseo por los alrededores del municipio, visitando los antiguos molinos de harina (como el Molino de La Luisa, situado en la ruta hacia el Monte Gudín) o de aceite (como el Molino de Abajo, que se sitúa en el descenso del puerto de la carretera que lleva al Duero) y, sobre todo, disfrutando de los maravillosos paisajes y la fauna que se encuentran en la zona. Para ello se pueden seguir algunas de las rutas que pasan por la zona (como parte del GR-14) o apuntarse a la Marcha de Las Arribes, que cada segundo domingo de marzo reúne a cientos de caminantes.

Por último, cabe destacar la zona de La Barca, un espacio a orillas del río Duero, óptimo para pasar el día disfrutando del entorno, puesto que cuenta con zona de merendero. Aquí se puede coger el barco que hace los cruceros por el Duero entre Vilvestre y la localidad portuguesa de Freixo de Espada a Cinta durante la primavera y el otoño.

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