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Yémeda

La tradición de unas aguas termales únicas

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Yémeda, junto al río Guadazaón, fue célebre por tener un famoso balneario gracias a sus aguas sulfurosas frías que afloran a 16 grados con propiedades medicinales. Los baños llevan medio siglo cerrados pero tuvieron tal importancia que sus aguas fueron premiadas en 1878 en la Exposición Universal de París. Ahora el ayuntamiento se ha hecho cargo del inmueble y está rehabilitándolo con la ayuda de la Diputación provincial.

En este oasis natural con el que cuenta la localidad también destacan el paraje del Molino del Obispo, con una bonita cascada sobre el río, o la fuente de San Juan. Con apenas una veintena de habitantes, en este municipio de la comarca de la Serranía Baja-Campichuelo se levanta la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, un sencillo templo de planta de cruz griega. La antigua estación de tren está a cinco kilómetros de la localidad.

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