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Zapardiel de la Ribera

El corazón alpino de Gredos

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Municipio de unos 110 habitantes junto a la carretera AV941 formado por las localidades de Zapardiel de la Ribera y La Angostura. Dista 85,6 km de Ávila.

Si Navarredonda es la capital turística de Gredos desde que acoge el Parador Nacional y otros muchos alojamientos rurales, Zapardiel es la capital de la montaña. Su término incluye algunas de las cimas señeras de las serranías abulenses: el Almanzor y La Galana, los picos más altos del sistema central, con parajes míticos como el circo del Pinar y sus Cinco Lagunas (consecutivas, unidas por un arroyo que vierte en la garganta del Pinar), su hermana pequeña la laguna de Majaescoba, las crestas serradas del Cuchillar del Güetre y el Cuchillar de Garganteros, o el Gargantón y la Hoya Antón, entre otros muchos hitos en las rutas de montaña.

El término no solo asciende hacia estos épicos paisajes graníticos, nevados buena parte del año, también abarca la pequeña sierra de los Castillejos. En el embudo que forman ambas sierras se emplaza La Angostura, de ahí su nombre. La orografía montañosa se combina con la fluvial en el Tormes y varios arroyos que descienden por gargantas, así que la flora va variando entre bosques de pino y roble, sotos junto a los cauces, grupos de endrinos, servales y zarzamoras, además de pastos tanto en las cercanías de los pueblos como en las cotas más altas. Allí, en vez de reses, se alimenta el corzo o la cabra montés.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Zapardiel, tiene unas dimensiones notables, como su distribución. La torre está exenta como si fuese una atalaya militar, una peculiaridad que comparten otros templos del valle del Tormes. Por eso el cuerpo de la iglesia, con tejado a dos aguas, podría confundirse con un gran caserón serrano. Las dimensiones de la nave única explican el impacto estético de las grandes cubiertas de madera en su interior, que contrastan con el encalado de los muros y la piedra vista. La parroquia de La Angostura es más recogida, aunque también tiene su propia rareza: las escaleras exteriores que dan acceso a las campanas de la espadaña.

Conservan bastantes muestras de arquitectura popular en sillarejo, además de fuentes, restos de un molino, una ermita… Y un puente sobre el Tormes muy reciente, de 2006; en sus cercanías se ha instalado un merendero con barbacoas, juegos infantiles y aparcamiento. El camino enlosado conduce a una zona de baños: el charco del Molino.