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Ermita de Cristo de la Era

Villada, Palencia

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Sencilla, humilde. Así es la Ermita del Cristo de la Era. Erigida en el siglo XVI es el símbolo del casco antiguo de Villada. El blanco de sus paredes, que según sostienen algunos pudieron albergar antaño una sinagoga judía, sigue latente y le aporta cierto grado de inocencia. Una inocencia que contrasta con ladrillo amarronado de su parte trasera. Varios peldaños de piedra gris, en ligera pendiente, nos conducen hasta la entrada, limitada por una enorme puerta tan oscura que parece negra. En su interior, varios fieles admiran en respetuoso silencio, el espectacular retablo mayor. Diocechesco, barroco y dorado, desprende un brillo a la altura del santo que lo custodia. Este, no es otro que el hombre que da nombre al templo. El Cristo de la Era, asentado en un gran crucifijo del siglo XVI. En su apenado, y sufrido rostro, parece poder apreciarse la enorme penitencia que tuvo que soportar. A su izquierda, una lámpara blanca cuelga del techo y se refleja sobre una pequeña mesilla de madera que busca el abrigo de la pared. Al otro lado, y casi pegada a él, le acompaña la figura de una virgen, que parece maldecir su suerte. Un duro y cruel destino que ya no se puede cambiar.

Localización

34340 Villada, Palencia