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Cuándo adquirimos un vehículo, uno de los principales gastos al que debemos de hacer frente es la contratación del seguro obligatorio exigido por la ley. Muchas compañías, precios y modalidades de coberturas hacen que cada cliente tenga que plantearse seriamente el realizar un estudio previo de lo que ofrece cada póliza o bien, emplear un comparador que le diga dónde están las mejores ofertas para el vehículo adquirido.
Pero lo que realmente hay que tener en cuenta son los factores determinantes que hacen que los precios de los seguros puedan variar entre los cuales están las características personales del conductor, la antigüedad del permiso de conducir y el tipo de vehículo así como sus características.
Lo primero que se debe hacer antes de tomar una decisión es realizar una buena comparativa entre las diferentes opciones que nos ofrecen las aseguradoras. Para ello, la primera decisión a de ser la de no dejarse impresionar por los seguros de coches más baratos. El precio no es el único patrón de comparación; hay que fijarse bien en la relación precio-calidad de las coberturas que se ofrecen.
Para ello es recomendable utilizar un comparador de seguros de coche y conocer las diferentes opciones que existen en el mercado. Además del precio se deberá tener en cuenta que el comparador incluya un análisis detallado sobre las diferentes coberturas y servicios que brinda cada aseguradora.
Elegir el que mejor se adecue al vehículo a asegurar. Si es un vehículo nuevo o de alta gama, lo más aconsejable es optar por una póliza a todo riesgo; si es un coche antiguo que, en caso de siniestro probablemente lo declaren siniestro total, una póliza de responsabilidad civil puede ser suficiente.
Actualmente muchas aseguradoras permiten crear una póliza personalizada por lo que es relativamente sencillo contrata las coberturas que realmente se necesitan.
Evaluar la posibilidad de contratar una franquicia. Lo más recomendable es contratarla para los daños propios ya que las primas del seguro disminuirán ostensiblemente y no afectarán a las bonificaciones por no siniestralidad, lo cual representará un ulterior ahorro.
Valorar los servicios que brinda la compañía de seguro tales como asistencia en carretera desde el kilómetro cero, servicio de gestión de multas totalmente gratuito, asistencia sanitaria urgente, etc.
Es importante la comunicarse con la aseguradora. Aún no teniendo oficinas físicas, como las aseguradoras online, es necesario que cuenten con una infraestructura que les permita responder rápidamente a las llamadas telefónicas o a los correos electrónicos.
Cuando, tras haber elegido la compañía, se vaya a firmar el contrato que asegura nuestro vehículo es necesario leer atentamente la póliza en la que se deberán explicar, clara y detalladamente, las cláusulas por las que se ha elegido dicho seguro, especialmente la letra pequeña para que en caso de siniestro no haya ninguna sorpresa.
Es importante preguntar hasta quedarse satisfecho y no tener dudas sobre todas las cláusulas que no se comprenden. El corredor deberá explicarle las coberturas así como las limitaciones y las exclusiones de ciertas situaciones y, si se realiza alguna modificación, deben de plasmarse por escrito en el mismo contrato. Además, es necesario saber los recargos que la compañía puede aplicar en caso de intervenir en varios siniestro durante la vigencia de la póliza.
Una vez elegido y firmado el seguro, el último paso será guardar la póliza junto a los papeles del coche y el resto de la documentación, puesto que en caso de siniestro será necesario ante los diferentes agentes de los cuerpos encargados de la seguridad vial y puede ser de mucha utilidad.