Sumergidos ya en Navidad, comenzamos a perder el norte entre árboles, regalos y deliciosos menús. Ya puestos en faena, al Norte que nos vamos, cuna de gran parte del pescado y marisco que reinará en estas fiestas. Nos marcamos una ruta del 'peixe' por las principales lonjas de Galicia. Del mar a tu casa, con servicio a domicilio incluido.
Lo veo llegar y un escalofrío de emoción me baja por la espalda. Anochece en el puerto de Ribeira (A Coruña) y mi nueva mejor amiga Nati me acaba de sacar de la fascinante escena que tengo delante dándome golpecitos en un brazo. "Vente a verla descargar", me dice. Salgo por la puerta de la nave de la lonja, veo llegar el barco y voilá, soy testigo de cómo esos cestos negros rebosantes de unas enormes y pizpiretas centollas cambian de manos.
Cada año, hay unanimidad al respecto, son los reyes de las Navidades. Mientras las centollas bailan el baile de San Vito dentro, las cestas pasan del barco al muelle y del muelle a la lonja, donde un subastador –primer intermediario en este mundo del peixe- las preparará para su correspondiente subasta. Yo las miro de reojo con una mezcla de pena y hambre algo extraña. No son ni las 19h.

España lidera el consumo europeo de pescado y es, junto con Japón, uno de los países que más consume del mundo. Galicia, nevera pesquera española por excelencia, despachó 183.800 toneladas de pescado y marisco fresco en 2015 por la friolera de 457 millones de euros. Es la segunda Comunidad Autónoma con más kilómetros de costa, con 63 lonjas que se suceden ordenadamente por sus puertos pesqueros en una cascada horaria que permite ofertar prácticamente las 24 horas del día pescado recién descargado.
Las lonjas más importantes, que reciben también a los barcos de altura (más grandes y con más días de captura) son de madrugada: Vigo trasnocha a las 02-03h y A Coruña madruga a las 6h. Las lonjas más pequeñas, de pescado local de bajura, son por la tarde.
