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Algún día, quizás cercano dada la frescura de los contenidos de las pruebas de acceso a la universidad, se estudiará Chiclana de la Frontera. El municipio litoral gaditano, antaño humilde y pesquero, con apenas 40.000 habitantes hasta el final del siglo XX, se convierte cada verano actual en el cuarto núcleo andaluz por población. Los datos de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía le conceden más de 500.000 residentes de junio a septiembre. Sólo las áreas metropolitanas de Sevilla, Málaga o Granada reúnen más durante ese tiempo de fuga, un tercio de cada año.
Platos marineros y frituras son algunas de las estrellas de las carta.
Para exaltar la condición ejemplar de Chiclana, el salto de pueblo marinero -huerta recreativa y descanso dominical de familias gaditanas- a potencia turística española se produjo con daño mínimo al encanto y al paisaje, al medio y al mar. Todo es inmenso mar. Principio y fin. Ni siquiera los hoteles gigantes nacidos en los 90 son visibles desde la playa. Su altura -dos plantas- permiten que ni se vean desde la orilla. Son enormes a lo ancho y en verdor, nunca en altura o invasión. Dunas, acantilados y sotobosque cubren con un telón de arena dorada cualquier mirada crítica.
Escarmentados todos por los efectos del desarrollismo cruel en otros puntos, especialmente mediterráneos, instituciones, vecinos y empresas se afanaron en equipar la zona sin destrozo. En los estudios futuros del milagro según Chiclana, conviene la buena bibliografía de consulta. Como las memorias del decano de los directores de hoteles de la zona, recién retirado, José Ruiz. Peldaño a peldaño (Kaizen Editores) compendia su experiencia al frente de los primeros recintos de Hipotels, los del magnate balear Juan Llull. Ese caso es similar a todos los hoteles en la zona, de la misma quinta y similar filosofía: atraer desde el encanto, aprender de playas ajenas, fascinación y lealtad por el mar, equipar sin cargarse el decorado. Gastronomía y ocio llegan solos.
El libro podría empezar con el chascarrillo, en este caso real. Cuando Ruiz llegó a Chiclana el 15 de enero de 1991 "todo esto era campo. No había nada. Construíamos el ‘Royal Andalus Golf’, solamente. Pero siempre estuvo la playa. La Barrosa es una de las grandes playas de España, algo espectacular. Creo que ni los gaditanos la valoran bien. La Barrosa, en sí misma, es un prodigio pero yo por entonces tenía todas las dudas y alguna más".
Han pasado 34 años y ya no queda ninguna. Sólo una certeza: la playa de La Barrosa, hasta su límite sur (Torre del Puerco y calas del Cabo Roche en Conil) o norte (el legendario enclave de Sancti Petri) es un asombro de longitud (más de siete kilómetros), anchura (hasta cien metros con generosa bajamar), limpieza, belleza, luz y equipamientos, sitios en los que comer, beber y, sobre todo, estar.
Nació en el siglo anterior como extensión del ‘Hotel Valentín’ (de ahí su nombre), pero ‘VaVá Playa’ tiene vida comercial propia desde 2017. Su joven gerente, el roteño Manuel Ruiz, celebra la versatilidad del recinto, con zonas distintas para hamacas playeras, camas balinesas y terrazas. En las dos últimas se pueden disfrutar dos cartas distintas, la más elaborada (Eatery) o la más informal y relajada, con muchas opciones para comer fresco y delicioso, con los dedos, en ropa de baño.
En su cuidada gastronomía destacan platos que combinan producto de la zona con imaginación. El taco de camarón o la ensalada de ventresca con kumato pueden ser dos ejemplos de esta “fusión gaditana”. El tardeo y la música en directo tienen un notable protagonismo en un lugar muy capacitado para acoger eventos tanto privados como empresariales.
La presentación mundial de una colección de la marca Levi’s, en 2024, es uno de los ejemplos de su capacidad. Es complicado aparcar en la zona. Siempre es mejor idea, para todos los chiringuitos, acceder a través de un paseo por la orilla, que convertirá la ida y la vuelta en dos etapas más del placer.
‘VAVÁ PLAYA’ - Hotel Valentín. Urbanización Novo Sancti Petri, s/n. Playa de La Barrosa. Chiclana de la Frontera, Cádiz. Tel. 673 737 323.
El primer chiringuito de Chiclana si se llega desde el norte y también según los almanaques. Pegado al antiguo poblado pesquero de Sancti Petri y, ahora, a la sede del Concert Music Festival, uno de los ciclos veraniegos más largos y populosos de España. ‘Bongo’ es obra de Carlos Díaz, ya retirado, que lo creó hace 35 años para grabar a fuego -de cocina y de ocaso- recuerdos en la memoria de varias generaciones de gaditanos y visitantes.
Ahora son Omar y Zaida, sobrinos, los que dirigen un establecimiento clásico como un cinéfilo viejo, de manual, pero actualizado en cada detalle. Imponente panorámica del islote dedicado a Hércules/Melkart. La pequeña bahía delante crea un maravilloso espacio para juegos y deportes con agua salada. Madera blanca y terraza umbría, el clasicismo de ‘Bongo’ es un homenaje a la elegancia y la sencillez.
Su cocina, “más que casera, es hogareña”, destaca Omar. De las manos de Aurori salen las mejores preparaciones del magno pescado de la zona, sin artificios. El atún rojo, de Petaca Chico, tiene su lugar obvio, incluso con un ronqueo (5 de julio). La música en directo durante el tardeo y las noches, puestas de sol, copas y cenas conservan un punto de verdad que han podido perder otros lugares en la zona.
‘BONGO PLAYA’ - Carretera Antiguo Poblado de Sancti Petri s/n. Chiclana de la Frontera, Cádiz. Tel. 670 78 23 01
Antigua casa cuartel construida en el siglo XVI por orden de Felipe II, en ruinas hace 30 años, sobre la loma del Puerco que marca la discutida linde entre Chiclana y Conil. Aún sobrevive el célebre lema "Todo por la patria". Ahora es “Todo por la playa”. El madrileño Grupo Azotea hizo con esta espectacular rehabilitación su primer proyecto en Andalucía.
El antiguo recinto militar es ahora una fastuosa coctelería, con almuerzos y cenas frente a la orilla, en una bajada deliciosa desde los acantilados. La decoración interior, obra de Alejandra Pombo, es otro tributo a la historia del lugar. Tomar en su terraza-mirador un mojito deluxe (o un Mai Thai, Cosmopolitan o Negroni...) mezclado por uno de los mejores bartender del mundo, el amalfitano Luca Anastasio, da una idea de los niveles de gozo que puede proporcionar ‘El Cuartel del Mar’ (Solete Guía Repsol).
Festejar el atardecer con una hipnótica sesión de dj's, el deporte al aire libre o asistir a exposiciones y subastas de arte son algunas de las muchas opciones que ofrece un espacio basado en el asombro. La gastronomía está a la altura de la magia, con una carta diseñada por el gijonés Manu Berganza, discípulo de Sergi Arola y Quique Dacosta. Homenaje al producto de la zona (huerta de Conil, vaca retinta jandeña, salazones, atún…) pasado por la respetuosa mano de Mikel Badiola, chef donostiarra.
'EL CUARTEL DEL MAR' - Bajada de la Torre del Puerco s/n. Playa de la Barrosa. Chiclana de la Frontera, Cádiz. Tel. 915 30 17 61.
Este club de playa, pionero en la provincia, además de la ubicación y la contemplación ofrece una virtud particular: sus prestaciones y dimensiones. 18.000 metros cuadrados de placer afinado al detalle, como un resort de hotel de lujo pero sin las habitaciones. Todo lo demás, a la altura del mejor, del modo más calmado, salado, soleado y atractivo.
La gastronomía es uno de sus fuertes, con un Solete Guía Repsol como prueba. Está en la finca Torre Bermeja, justo cuando empieza a terminar La Barrosa camino de las calas de Conil, ‘Atenas Playa’ (Solete Guía Repsol) es un parque temático marinero, playero y vitalista. Muy capaz para eventos familiares o empresariales, con zona [chill, grandes instalaciones deportivas, piscina, áreas propias para dj’s, copas al atardecer o la contemplación de la puesta de sol (con fondo de saxo).
Acceso a la playa y aparcamiento propios. El pasado año 2024 cumplió su décimo aniversario convertido en uno de los ejemplos más llamativos del lujo accesible y la vanguardia multiusos en La Barrosa.
‘ATENAS PLAYA’ - Asunción, 6. Playa de La Barrosa. Chiclana de la Frontera, Cádiz. Tel. 856 92 51 90.
Una de las mejores playas de España con una de las mejores parrillas del orbe. ¿Qué podía salir mal? ‘Elkano’ (3 Soles Guía Repsol), la institución gastronómica de Getaria, abrió hace una década ‘Cataria’ (1 Sol Guía Repsol) en un hotel de La Barrosa (‘Iberostar Andalucía Playa’) con Aitor Arregi, Fernando Corrochano y Pablo Vicari al frente.
Ahora acerca esa feliz propuesta gastronómica a la orilla con ‘Sea Soul by Cataria’ (Solete Guía Repsol). Refugio cálido como las brasas, la arena y la brisa de Levante para la mejor cocina de la zona. Boquerones, chocos, atún de almadraba, tortillitas de camarones. Algún euskoguiño tenía que haber, como las gildas con tarantelo.
Con ampliación de la cocina y estética renovada desde 2024, la madera blanca y las cortinas de cristal dan un toque luminoso a un conjunto elegante y exquisito. Todo es brillante en las terrazas y muy atlántico sobre los platos. La carta, desde el primer entrante hasta unos postres insólitos por excelentes, confirman que la gastronomía de primer nivel también es posible a pocos metros de las olas de La Barrosa. El alma marinera de Cataria es una prueba.
'SEA SOUL BY CATARIA' - Hotel Iberostar Royal Andalus. Avda. Amílcar Barca, 14. Urb. Novo Sancti Petri. Playa de La Barrosa. Chiclana de la Frontera, Cádiz.
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