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Embalse de Guadalcacín II

San José del Valle, Cádiz

Bracea acercándose a la orilla, alejándose de la pendiente inclinada. Las aguas responden a su esfuerzo con pequeñas olas que envuelven y devuelven a la arena su cuerpo. Se incorpora en un arenal extenso (al menos 600 metros) y mira al horizonte, donde la playa en la que está y el litoral gaditano, el auténtico litoral, se miran a 80 kilómetros de distancia. Sabe que no está realmente en el océano... Pero no importa. La playa del embalse de Guadalcacín tiene lo suficiente de mar para sucumbir a sus encantos: salitre flotando en el aire, sal dominando el agua, olas rompiéndose en la orilla, alfombra de sombrillas, gente tostándose al sol, ruido y música de chiringuitos, montaña despuntando a lo lejos, niños correteando entre la arena blanca y fina muy típica de la costa gaditana... ¿Quién puede acusarle de no ser una playa de verdad? He aquí donde reside el encanto de este embalse, una zona recreativa donde el piragüismo, el remo, la pesca deportiva y la vela son tan posibles de practicar como en cualquier otra playa con ambiente tranquilo y entorno natural.

Es también recomendable visitar el Charco de los Hurones, por su entorno muy bien conservado.

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