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Parque nacional de las Tablas de Daimiel

Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real

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Garzas, patos o grullas. Las aves interpretan la banda sonora del parque nacional de la Tablas de Daimiel, un ecosistema único en Europa. La mejor manera de apreciar su inmensidad es a vista de pájaro, pero el ser humano puede tener una imagen similar desde cualquier lugar elevado como el santuario Virgen de la Sierra. El espacio protegido extiende sus dominios por Villarrubia de los Ojos hasta alcanzar Daimiel. La sinfonía que se escucha no es únicamente auditiva, también visual. Verdadero paraíso para la fauna, lo mejor es descubrirlo a través de sus senderos. El más conocido es el de la "Isla de Pan" que atraviesa de manera circular el humedal entre puentes de madera y vegetación propia como carrizo, eneas o masegares. Además, existen dos nuevos senderos lineales y un pequeño embarcadero. Al atardecer, cuando el cielo se tiñe de rojo, posiblemente se puedan tomar las mejores fotografías que llevan a mundos imposibles. La luz que ilumina las Tablas es impresionante antes del ocaso. Como última parada y muy cerca del cauce del Guadiana, queda por visitar el molino de Molemocho, uno de los más antiguos de la región manchega. Allí, se pretende mostrar la cultura y las tradiciones de este territorio tan ligado al agua. El parque nacional de Daimiel es un paraje fluvial único en Europa que cautiva a todo aquel que se acerca.

Localización

Carr. a las Tablas de Daimiel