Fundada en 1898 por una familia de Catro Caldelas , los cuales por dificultades de la época se vieron obligados a emigrar y tras 70 años abandonada , fueron los viticultores de la zona quienes decidieron volver a poner en marcha esta bodega como cooperativa. Llegados al 2005 Hijos de Rivera entra a formar parte llegando a ser hoy en día el accionista mayoritario de Ponte da Boga Adega, permitiendo a la bodega afrontar nuevos retos como mejorar su posición comercial y situar la totalidad de sus vinos como un referente de calidad y fiel reflejo del enorme potencial vitícola que encierran las espectaculares laderas abancaladas que siguen el curso de los ríos Miño y Sil.