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Semana Santa de Ocaña

Ocaña, Toledo

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Una obra de teatro de gran envergadura. Aunque sí, también hay procesiones, penitentes y costaleros, pero la Semana Santa de Ocaña presume de mucho más que eso. Su antigüedad se la debe a la vetusta ciudad que hace más de 400 años que la ve pasar por sus calles. Es durante esa semana de primavera, en la que Ocaña se sume en el orden y el silencio, en la rectitud y en el colorido de sus desfiles. Tronos con imágenes que parecen moverse. En Ocaña, en el Viernes Santo, Cristo se cae hasta tres veces a lo largo del Vía Crucis, representado de manera impecable en esta villa y que representa intachable a esta villa. El Calvario de Jesús se vive en la más absoluta devoción, no se oye nada, no se escucha nada, mientras el silencio lo envuelve todo. Es tan impresionante, que los miles de asistentes y los tambores se han quedado mudos y callados. Ocaña se convierte entonces en un escenario bíblico donde los nazarenos arrastran cadenas en sus pies descalzos y los soldados de Pilatos, de la Hermandad de los Armados, acompañan al Cristo a su final. Las sensaciones acuden y sacuden la superficie de la piel, la emoción se deja caer entre las pestañas. No es una obra de teatro, es la muestra de fe de Ocaña, es la devoción con mayúsculas.

Localización

45300 Ocaña, Toledo