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Anguiano

Riscos como zancos

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Riscos como lanzas parecen proteger el privilegiado entorno natural que guarece a Anguiano, en la Rioja Alta. Riscos que le enmarcan a ambos lados del río Najerilla y que sostienen uno de los puentes más espectaculares que pueda ver, el puente de la Madre de Dios, a 30 metros sobre el río. Puntiagudos como riscos son también los zancos sobre los que se encaraman los famosos danzantes de Anguiano, seña de identidad de la localidad junto al Monasterio de Nuestra Señora de Valvanera.

Pueblo eminentemente ganadero nos sorprenderá por las numerosas casonas hidalgas que jalonan las laberínticas calles de sus tres bonitos barrios: Mediavilla, Eras y Cuevas. En Cuevas, unido a Mediavilla por el puente de la Madre de Dios, se encuentra la iglesia de San Pedro, del siglo XVI, y en Mediavilla la de San Andrés del siglo XVII, a la que se accede por la “Cuesta de los Danzadores”. Si nos animamos a realizar un paseo de unos dos kilómetros llegaremos hasta la ermita de Santa María Magdalena en cuyas inmediaciones está una curiosa fuente de agua intermitente del siglo XVII.  También curiosos son tres árboles que se encuentran dentro del inventario de “Árboles Singulares de La Rioja”. Se trata del tejo milenario (el árbol más antiguo de La Rioja), el castaño de la Nisia y el haya torcida, que tiene forma de  “N”. Aproveche su estancia en Anguiano para probar sus famosas alubias, y después llegue hasta el fabuloso entorno natural en el que se asienta el Monasterio de Nuestra Señora de Valvanera, a 15 kilómetros de Anguiano, cuyo origen se remonta a los siglos X y XI.