{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Bossòst

Búcolico cuento de Perrault

Compartir

Idílico y romántico, un lugar que nos hace olvidar los malos tiempos pasados. Bombea el río Garona mientras se sitúa en el corazón de los Pirineos, lo que le confiere un bellísimo paisaje entre montañas. En Bossòst la naturaleza es refinada, con verdes pulidos y brillantes. Las construcciones poseen un marcado acento francés en las casitas bajas y techos de pizarra debido a su proximidad con el país galo.
Parece un decorado, más que un pueblo. Es como si cada ermita que rodea la villa y cada hogar estuvieran escogidos y colocados delicadamente. Cualquier rincón de Bossòst conseguirá enamorar con su aire afrancesado y norteño, pero si algo se puede destacar sobre todo lo demás es la iglesia de Santa María de la Purificación. Allí se ha instalado el románico en un templo del siglo XII, uno de los más representativos del Valle de Arán. Mientras ella gobierna un pueblo que parece sacada de un cuento de Charles Perrault, el río configura una villa ‘costera’ con la espalda nevada de montaña, mientras rompe el Garona en dos mitades el corazón de Bòssost. Al igual que le ocurrirá al visitante de este pueblo una vez tenga que partir. Desde el bucólico entorno se componen caminos que sorprenderán al senderista, como el que sube a las Minas Margalida o el que lleva hasta el Paraje de Còth de Barètja, un mirador privilegiado al que se accede desde el Portilhon. Si estando en este bello lugar, alguien se queda con ganas de más belleza natural, una de las atracciones más relevantes el Fauna Aran Park, un espectacular parque de fauna y flora aranesa en el que contemplar un pedazo de naturaleza norteña en un increíble espacio. No merece seguir encumbrando a Bossòst mientras se nos ‘ponen los dientes largos’ es mejor acercarse a conocerlo de primera mano. Será entonces cuando nos encontremos sumergidos en uno de los lugares más originales situado entre los maravillosos pirineos.

Contacto