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Gelsa

Barroco y una barca única junto al Ebro

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En la margen izquierda del río Ebro se levanta la localidad de Gelsa. La torre de la iglesia barroca de San Pedro Mártir de Verona (siglo XVII) domina el municipio. El interior de este templo conserva la reliquia de la Santa Espina, que según la leyenda procede de la corona de espinas que llevó Jesucristo durante su martirio. En el siglo XVIII se levantó otro templo barroco, la Ermita de Nuestra Señora del Buen Suceso, que fue reconstruida tras la Guerra Civil.

Otros edificios destacados son la Casa-Palacio de la Familia Funes (siglo XV) y el recinto del Ayuntamiento, así como las casonas que se suceden en el conocido como barrio morisco y que forma el mejor conjunto de arquitectura popular de la comarca. En las afueras del pueblo hallamos distintos puntos de interés, como varios vestigios musulmanes (el Pozo del Moro, el Pilón de las Levatas) y los Túmulos de Valdepodrido, unos megalitos prehistóricos. No podemos irnos de Gelsa sin asomarnos a Miralrío, un mirador natural sobre el Ebro, ni sin admirar su sabina milenaria, declarada Monumento de Interés Local.

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