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Marjaliza

Una Fuente Santa rodeada de olivos

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Rodeado por un inmenso mar de olivos (de los cuales sale el aceite de oliva con denominación de origen Montes de Toledo), Marjaliza se abre al visitante como un rincón de paz en el que el agua toma un protagonismo inesperado. En las calles del pueblo encontramos fuentes tan llamativas como la de los Tres Caños, el antiguo lavadero y sobre todo la llamada Fuente Santa, con una imagen de la Virgen bajo un curioso palio de parras. A las aguas de esta fuente se le atribuyen beneficios para la salud.

Luego, el recorrido por las calles nos lleva a ver la ermita de Santa Quiteria, con una planta rectangular de una sola nave que se divide en dos por un arco apuntado. La puerta está rematada con una espadaña de ladrillo de un solo vano. Y cerca se levanta la iglesia parroquial de San Juan Bautista, construida en 1576 en aparejo toledano. Su fachada principal tiene arco de medio punto y jambas de cemento que imitan sillares almohadillados;  a los pies del templo se levanta la torre realizada en ladrillo. En el interior, destaca el buen estado de conservación del coro.

A las afueras del pueblo está además la ermita de la Visitación, de planta rectangular y fachadas encaladas, con una portada protegida por un tejadillo apoyado en dos columnas.

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