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Nájera

Gente hospitalaria y riqueza arquitectónica en la 'capital del mueble'

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Nájera es fruto de una perfecta síntesis entre riqueza arquitectónica, pasado de esplendor histórico, magnífico entorno natural, calidad gastronómica y gentes hospitalarias. El Monasterio de Santa María la Real, la Real Capilla y parroquia de la Santa Cruz, el Convento de Santa Elena y el Museo Arqueológico Najerillense son los puntos de referencia que debe tener en mente todo visitante que acuda al municipio con ánimo curioso. Otro de los grandes atractivos de Nájera son las hermosas vistas de las riberas del río Najerilla desde lo alto del puente de San Juan de Ortega y un paseo por el bien conservado casco antiguo. La ciudad se encuentra muy cerca de Logroño, a menos de 40 kilómetros, en una zona en la que confluyen el Camino Francés y la Ruta Jacobea del Ebro en su camino hacia Santiago de Compostela. La rica historia de la localidad nos transporta hasta el año 923, cuando el rey pamplonés Sancho Garcés I, junto con Ordoño II de León, arrebató Nájera y La Rioja Media y Alta al dominio musulmán. El Reino de Nájera alcanzaría su mayor brillo y extensión con Sancho III el Mayor, el gran impulsor de esta ciudad, en la que llegó a celebrar Cortes y a la que otorgó el famoso fuero de Nájera, origen de la legislación navarra y base del derecho nacional.

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