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Negueira de Muñiz

Valles, embalses, montañas… y ‘hippies’

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Negueira de Muñiz es un municipio tan oriental que funciona casi como una avanzadilla en tierras asturianas y sirve como uno de esos exponentes de 'La España vacía' que glosaba el famoso ensayo de Sergio del Molino: apenas 210 vecinos habitan sus 70 kilómetros cuadrados. Y no será por falta de atractivos. El pueblito, a orillas del Navia y con casas de arquitectura popular, está abrazado por montañas y aporta al visitante desde restos prehistóricos (Vilauxín, O Foxo) hasta rutas por el precioso Valle de Ernes, al pie de la Sierra de Curula o hacia el Embalse de Salime, junto al que pervive desde hace cuatro décadas un asentamiento 'hippy', la comuna de Foxo.

Recibe el pueblo su nombre de don José Antonio Muñiz, que en los años veinte fundó sociedades agrarias para mejorar las condiciones de vida en la zona. El mejor monumento que se conserva es la iglesia parroquial y rectoral, que se remonta a finales del siglo XV, aunque dentro de la arquitectura civil también es curioso y bonito el Puente de Boadil, con un arco central (luego elevado con la construcción del embalse) y nueve de apoyo.

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