{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Vilarmaior

Los petroglifos que nos legaron nuestros ancestros

Compartir

Los cursos del Lambre y el Baxoi definen la fisonomía de este concello pequeño y poco poblado que en los últimos años ha despuntado por su abundancia de petroglifos (dibujos o diseños en roca de la era neolítica) y demás grabados rupestres, descubiertos sobre todo en la parroquia de Torres. Son testimonios de un pasado que en lo tocante a la era medieval encuentra en la iglesia parroquial romana de Santa María de Doroña, del siglo XII, el mejor de los vestigios. Las restantes iglesias son muy posteriores, todas a partir del siglo XVIII, pero Güimil, San Pedro Grandal o San Jorge de Torres también invitan, desde su sencillez y planta única, a una visita.

Por las riberas del Lambre pueden recorrerse diversos molinos de gran solera, desde el de Pegueiro al de Penedo o el del Medio, y el de Ferreñas junto al Baxoi, que data de finales del siglo XVIII y prestaba servicio a 16 casas. Al pie del molino de Pegueiro, precisamente, nace la ruta senderista con la que se descubren los petroglifos y los rincones más atractivos del municipio. El sendero es enrevesado, pero las indicaciones permiten admirar dos petroglifos e intuir unas mámoas casi ocultas por la vegetación. La caminata termina en el molino de Ferreñas, que también tenía zona de lavadero y a cuya vera se ha construido una plácida área recreativa con mesas y juegos infantiles.

 

Reportajes recomendados Ver todos

Ver todos