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El Cristo del Cementerio

Gibraleón, Huelva

Con cara de sufrimiento, crucificado con tres clavos y tapado únicamente con un sudario, el bautizado por el pueblo de Gibraleón (Huelva) como Cristo del Cementerio es la imagen más emblemática del municipio. Hecha en madera policromada se trasladó al cementerio cuando se prohibió el enterramiento de las personas fallecidas en la capilla de la iglesia de Santiago el Mayor. En ese momento la imagen del Santísimo de Gibraleón, resguardado en un panteón, presidió el camposanto de esta localidad guardando las almas de los fallecidos. Contemplar la figura de este Cristo, tan perfectamente tallado, es conmoverse con el sufrimiento y el dolor que representa a través de sus profundas heridas en el costado y sus rasgos agónicos con los brazos caídos y las piernas flexionadas por el peso de su propio cuerpo. Sin duda, una imagen digna de ver.

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