Plaza del Coso o Plaza de la iglesia

Socuéllamos, Ciudad Real

Qué ver

El perfecto lugar donde conocer esta villa manchega a fondo. El hecho de que Socuéllamos forme parte del corazón manchego, la convierte en una villa en la que la historia fluye tranquilamente desde cada rincón. Uno de ellos es la conocida como plaza del Coso -plaza de la Iglesia-. Allí, se dan cita tres de los monumentos más emblemáticos, que, cada uno a su manera, relata con parsimonia y dedicación el pasado de Socuéllamos. Forman un trinomio perfecto: la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el antiguo Ayuntamiento y la Casa de los Mendoza. Los tres coinciden conjuntando la belleza arquitectónica de la villa y los secretos del pasado.
La iglesia, fruto de una antigua ermita de la que ya no conserva ninguna de sus piedras, ha sido producto de las constantes reformas y regalos, que desde el siglo XV, le ha ido haciendo la población. El tiempo ha sido cruel con ella, obligándola a recuperar en múltiples ocasiones, el coro, las puertas y cientos de ornamentos que las guerras y los siglos le hicieron perder. Sin embargo, su estilo gótico tardío y renacentista se ha mantenido intacto con el paso de los años.
Cerca de ella: el antiguo Ayuntamiento. Es nada más que una bella casa de piedra, la primera que actuó para medir el destino de los ciudadanos del pueblo. En la Edad Media este se decidía en una de las casas de los más ilustres de la localidad, lo que traía en muchas ocasiones injustas consecuencias. Él solo es una muestra de la lucha por la igualdad de los socuellaminos.
Por otro lado, está la entidad palaciega de Socuéllanos: la Casa de los Mendoza. Un monumento emblemático, una casa blasonada que alberga la belleza ilustre de una villa que en tiempos pasados manejaba parte de la economía de la Orden de Santiago.
Así junto a estos testigos de la Historia, entre tradición manchega, se deshacen los siglos de este importante lugar de Ciudad Real, en el que no se puede dar un paso sin sentir el latido del pasado.