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Cuando uno entra en coche en el municipio de Roda de Berà se topa de frente con algo bastante más impresionante que el típico cartel de “Bienvenido a”. En mitad de la N-340, plantado orgulloso sobre una rotonda elíptica, se levanta un arco de 12 metros de alto y otros tantos de ancho. Es uno de los restos romanos más valiosos que se conservan en Cataluña.
Pongámonos en contexto: el municipio tarraconense de Roda de Berà se encuentra muy próximo al camino por donde discurría la llamada Vía Augusta, una calzada romana que atravesaba España durante 1.500 kilómetros. El Arco de Bará sería uno de los hitos que el imperio dejó sembrados a lo largo de esta arteria cultural hispana. Se encuentra a 20 kilómetros de Tarragona, la antigua Tarraco romana, formando parte del conjunto arqueológico de esta, y los estudiosos aún debaten si se trataría de un arco de triunfo o una señal fronteriza que marcaría el límite entre dos pueblos. De lo que no hay dudas es de que es una de las más valiosas joyas patrimoniales de la zona y la mejor muestra que se conserva con un solo vano, cubierto por un impresionante arco de medio punto cuyo grosor alcanza los 2’34 metros. No está mal para un hito de carretera.
41.173311, 1.469129
977657009
http://www.rodadebera.cat/xp_ca/