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Ermita del Calvario

Tavernes de la Valldigna, València/Valencia

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¿Dónde podía estar la ermita del Calvario si no es al pie del monte de Las Cruces o de Les Creus?  Por fuerza tenía que estar ahí, mirando al pueblo de Tavernes desde lo alto y retando al visitante a una empinada y zigzagueante subida. La rampa que lleva hasta la entrada discurre entre estaciones del Vía Crucis. Cipreses de gran altura que van preparando el ánimo para la Pasión. Arriba nos espera el Cristo de la Sangre, patrón de Tavernes. Así a primera vista, el edificio, construido en  el siglo XIX, llama más a la vitalidad que al duelo. Su fachada se inspira en el barroco y está coronada con espadaña y campana. Claro, que si nos fijamos en el retablo de cerámica que adorna la parte superior de la puerta de entrada, vemos que la que nos la bienvenida es la imagen de la Crucifixión. Pero no hay quien pueda con los aires mediterráneos de esta tierra que lo impregnan todo de luz y aliento. Por dentro es amplia, de una sola nave y techo abovedado. Sus líneas son neoclásicas pero los dorados y los historiados capiteles de las columnas del altar Mayor nos retrotraen de nuevo al barroco. El azul de sus paredes parece aportar el equilibrio necesario para contrarrestar tanto lujo. Ojos de Vírgenes nos observan desde las hornacinas laterales. Al fondo, la talla del Cristo crucificado baja la mirada.

Localización

39.07516, -0.2691270