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Iglesia de Nuestra Señora de La Concepción

Los Realejos, Santa Cruz de Tenerife

Dicen que recorrer las portadas de la iglesia de Nuestra Señora de La Concepción es repasar la evolución del arte religioso canario. Un pequeño lujo para el visitante, que puede saltar del gótico al clasicismo y, de ahí, a las influencias portuguesas en apenas unos pasos. Esa sucesión de estilos la fueron apilando el tiempo y los hombres, quienes desde 1512 hicieron crecer lo que era una simple capilla hasta, doscientos años después, culminar en este templo de tres naves que hoy se levanta primoroso en mitad del Realejo Bajo. La guinda se la añadió el siglo XX, en forma de espigada torre. Y entonces, cuando mejor lucía, el fuego casi se la lleva por delante. En 1978, un incendio borró todo el arte que se había ido atesorando en su seno: tallas, retablos, efigies…

Quince años tardó en sobreponerse, pero su armazón de superviviente aguantó en pie el golpe y, en 1993, abrió de nuevo sus puertas para acoger a los fieles realejeros. Una década después, la iglesia se ganó la recompensa de poder colgar de su fachada una medalla a su valor: la declaración de bien de interés cultural, con categoría de monumento.

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