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Iglesia parroquial de San Miguel

Graus, Huesca

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Las antiguas murallas de la villa medieval de Graus guardaban una pequeña iglesia, en sus orígenes románica, que perteneció a la orden de los Templarios. Pero las murallas cayeron y la iglesia sufrió su falta de protección. De su letargo la sacó San Vicente Ferrer al donar su venerado Santo Cristo. Gracias a él, aseguró el santo: "jamás entrará la peste en la población, los pedriscos pasarán de largo y en las sequías no faltará agua..."

Del siglo XIII sólo conserva su nave central y los canecillos que decoran su alero. El gótico la dotó de sus capillas laterales, del siglo XIV. La imagen de San Miguel Arcángel, que da nombre a la parroquia, ocupa el retablo del altar mayor que comparte con dos jesuitas: San Javier y San Ignacio de Loyola, bajo una hermosa cúpula decorada con frescos en los que aparecen los cuatro evangelistas. La  última restauración, de 1993, sacó a la luz la piedra original de la bóveda y las capillas, que durante años habían sido cubiertas por cal. Pero, sin duda, el lugar más visitado de la iglesia de San Miguel es la capilla barroca del Santo Cristo, edificada en 1730 para albergar el crucifijo que San Vicente Ferrer donó a Graus en 1415. La imagen original se quemó en parte durante la Guerra Civil, y fue restaurada a finales de los años cuarenta. 

Contacto

Localización

Plaza San Miguel, 8 CP 22430 Graus, Huesca