Pazo do Faramello

Rois, Coruña, A

Qué ver

Los altos muros que cercan el pazo do Faramello no dejan ver la sorprendente mezcla de arquitectura y Naturaleza que conservan en su interior. Un entorno que enamoró al rey Alfonso XIII que pasaba temporadas de verano entre sus muros. Pero, antes de que reyes y corte pasearan por sus hermosos jardines, los vecinos de Rois venían a este pazo a trabajar, cocían su pan, y en la pequeña capilla se casaban. El motivo de estar abierto al pueblo es que en sus comienzos era una fábrica, la primera fábrica de papel de Galicia. A comienzos del siglo XX cerró pero quedó el pazo, de estilo barroco compostelano.

Hoy es de propiedad privada, pero puede visitarse concertando una visita guiada. Merece mucho la pena no abandonar Rois sin visitar este idílico lugar, dominado por paisajes de agua y piedra que pintan de verde musgos y líquenes. Solo el continuo devenir de las aguas interrumpe un silencio que sobrecoge. Acompañados por estanques, piscinas, fuentes y canales iremos descubriendo jardines de estilo francés decimonónico, y una fragua milenaria. Podremos descansar a orillas de cascadas naturales y pasear por antiguos viñedos salpicados de árboles frutales que nos indican que nos encontramos en el último pazo atravesado por el Camino de Santiago portugués, antes de llegar a la capital compostelana.

El Pazo cuenta con una capilla consagrada en 1727, catalogada junto con el cruceiro de la entrada como bien de interés cultural. En su interior se encuentra un impresionante retablo de madera realizado por uno de los escultores barrocos de la Catedral de Santiago, José Gambino, que nació en este pazo.