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Parque de El Capricho

Madrid, Madrid

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La Duquesa de Osuna, María Josefa Pimentel, debió ser una mujer extraordinaria. Además de ser una noble de gran importancia en la corte, a la altura de la mismísima Duquesa de Alba, era refinada y muy culta, y fue mecenas de artistas e ilustrados de la época, entre ellos, nada menos que Francisco de Goya. Movida por sus inquietudes estéticas, mandó construir el Capricho en su nueva villa de recreo, entonces a las afueras de Madrid. Contrató a un arquitecto de la corte francesa, mandó construir estanques y canales para que el agua estuviera lo más presente posible en todo el recinto y mandó plantar miles de lilas. Con inspiración del Romanticismo de varios países, en el parque encontramos el Paseo de los Duelistas, que identificamos por sus dos esculturas; o un laberinto que respeta el diseño original concebido “para el juego amoroso y los escondites”. También hallamos una zona típicas de los jardines de esta época: frente al orden y el control Clasicista, la imitación Romántica de la Naturaleza pura, que invita a pasear y perderse para encontrar los rincones más bellos e inesperados. Dentro del parque descubrimos además varias construcciones, como el palacio, del que apenas queda nada pero albergó grandes salas de baile y dependencias donde trabajaron algunos artistas, o el templete de Baco, en lo alto de un monte, con sus columnas en torno al dios. El Parque del Capricho, al que se puede llegar en Metro, está considerado hoy como uno de los más bellos de Madrid; la Duquesa estaría orgullosa.

Localización

Parque El Capricho