Mucho antes de que el cineasta Álex de la Iglesia rodara su película, este pueblo navarro era ya famoso por la leyenda negra que ha marcado su historia desde tiempos de la Inquisición. Pero Zugarramurdi es mucho más que fábulas. Este enclave navarro a pocos kilómetros de la frontera con Francia es un paraje natural de una belleza espectacular. El pueblo, rodeado de pinos y castaños, cuenta con una imponente cueva -de 120 metros de largo por 12 de altura- que esconde tras de sí una dramática historia.
Casonas nobles y rutas de contrabando.