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La Mezquita, la reina de Córdoba.

La ciudad de la Mezquita, las plazuelas y los patios

En busca de la Córdoba de siempre

Actualizado: 16/03/2017

La tercera Mezquita más grande del mundo es un reclamo potente, pero no el único de la antigua capital del Califato Omeya. Aquellos lugares por los que transitaron Séneca, Maimónides, Averroes... asaltan al viajero a cada paso por la Córdoba más clásica.

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Casi cualquier recoveco del monumental casco histórico, uno de los más grandes de Europa, invita a sumergirse en él: placitas en las que fluye el agua a través de sus fuentes, naranjos que salpican todos los decorados y un patrimonio bien conservado de herencia romana, musulmana y judía que dejaron huella también en su idiosincrasia, gastronomía... y cultura en general.

Las fuentes de la ciudad, un buen lugar para refrescarse. Foto: Shutterstock.
Las fuentes de la ciudad, un buen lugar para refrescarse. Foto: Shutterstock.

Qué ver

Sin entrar en la polémica de la Mezquita (con rezos o sin ellos, con nombre de mezquita o pasando de puntillas por su importante etapa musulmana), verla es entender el pasado califal de la ciudad. No te olvides de Medina Azahara, a siete kilómetros de la ciudad, del Alcázar de los Reyes Cristianos, ni del coqueto museo de Julio Romero de Torres.

Medina Azahara, a tan sólo 7 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Foto: Mamadú Dabó.
Medina Azahara, a tan sólo 7 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Foto: Mamadú Dabó.

La Posada del Potro

En la plaza del mismo nombre, y justo frente al museo de Julio Romero de Torres, la antigua y pintoresca corrala de vecinos del siglo XV citada en 'El Quijote' se ha convertido en el interesante Centro Flamenco Fosforito, en homenaje al cantaor de Puente Genil. Este espacio musealizado ofrece las mejores actuaciones de flamenco de la ciudad -incluso matinales flamencas- y además organiza todo tipo de actos relacionados con este arte durante todo el año. Un lugar perfecto para entender y amar el flamenco como fenómeno antropológico.

En la Posada del Potro muestran el flamenco como un fenómeno antropológico. Foto: Mamadú Dabó.
En la Posada del Potro muestran el flamenco como un fenómeno antropológico. Foto: Mamadú Dabó.

Sinagoga y Casa Sefarad

En ocasiones se pasa por alto el pasado judío de la ciudad y de Sefarad (España) en general. Una visita muy interesante -mejor guiada- es la Sinagoga, de las que solo quedan dos en Toledo y esta de Córdoba, y que se complementa a la perfección con la Casa Sefarad, justo enfrente. No se trata de un edificio histórico, porque por la persecución que sufrieron los judíos en España, quedan pocas reminiscencias pero sí, un lugar perfecto para la interpretación de esta cultura, con una magnífica visita guiada.

Judíos, 20

El interior de la Sinagoga. Foto: Sean Pavone. Shutterstock.
El interior de la Sinagoga. Foto: Sean Pavone. Shutterstock.

Patios fuera de temporada

Aunque el mes de mayo es el de su apoteosis, conocer su esencia es posible durante todo el año. Casi mejor porque la masificación que sufre la ciudad para las fechas del Festival -este año del 2 al 14 de mayo- hace imposible experimentar el placer de pasear estos patios floridos. Algunos de estos y algunas casas de vecinos como la casa solariega de los Ahumada (Martínez Rucker, 1) están abiertos todo el año. Es también el caso del Centro de interpretación de la Fiesta de los Patios (Trueque, 4) creado tras ser declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2012. El Palacio de los Marqueses de Viana (Plaza de Don Gome, 2), en el barrio tradicional de Santa Marina, resume en sus doce patios toda la tipología cordobesa, desde el patio medieval hasta los patios renacentistas como símbolo de poderío y linaje.

Trueque, 4

El patio del Palacio de Viana, una belleza. Foto: Benny Marty. Shutterstock.
El patio del Palacio de Viana, una belleza. Foto: Benny Marty. Shutterstock.

Iglesia de San Lorenzo

Tras la conquista de la ciudad en 1236, el rey Fernando III el Santo mandó edificar iglesias sobre las antiguas mezquitas para hacer desaparecer de un plumazo toda apariencia islámica. Estos edificios de estilo románico conservan, algunos de ellos, arcos u otros elementos de reminiscencias musulmanas. De todas ellas, quizá el ejemplo más bello sea la Iglesia de San Lorenzo, a tiro de piedra del Centro de interpretación de los patios.

Plaza de San Lorenzo, 5

El interior de la Iglesia de San Lorenzo. Foto: John Silver. Shutterstock.
El interior de la Iglesia de San Lorenzo. Foto: John Silver. Shutterstock.

Fundación Antonio Gala

Con 15 años en la ciudad, esta fundación (mecenas de jóvenes creadores internacionales) es todo un clásico, en un edificio maravilloso abierto al público que era un convento de clausura de 1609, y que, además, es el hogar de Antonio Gala en la ciudad. En su interior se acoge una exposición permanente de la obra y figura del escritor y cuyo recorrido muestra su oficio de escritor y parte de su vida. Poemas de cuando era niño, manuscritos de sus obras (escritas a mano), obras de teatro con los tachones y sellos de la censura de Franco, parte de la colección de los bastones de Antonio (“yo no colecciono bastones sino amigos que me regalan bastones”) o la primera mesa cuando, recién llegado a Madrid, escribía sus primeras obras de teatro. Durante todo este tiempo han pasado por aquí 250 jóvenes creadores. El año pasado el director del MoMA de Nueva York, tras su visita, la definió como la mejor fundación para jóvenes creadores que había visitado.

Ambrosio de Morales, 20

Parte de la colección de los bastones de Antonio Gala. Foto: Mamadú Dabó.
Parte de la colección de los bastones de Antonio Gala. Foto: Mamadú Dabó.

Casa de las Cabezas

Esta casa señorial medieval, escenario de la leyenda de los Infantes de Lara, abrió hace algo más de dos años para narrar y explicar, de la mejor manera posible, la historia señorial de Córdoba y la forma de vida medieval. La tienda con alguna muestra de artesanías cordobesa se encuentra en la calle Lucano.

Cabezas, 18

La Casa de las Cabezas, un viaje al pasado medieval. Foto: Mamadú Dabó.
La Casa de las Cabezas, un viaje al pasado medieval. Foto: Mamadú Dabó.

Hamman Al Andalus

Este espacio que pretende recrear los baños en Al Andalus abrió hace más de una década en Córdoba y se convirtió en todo un éxito. Hoy continúan ofreciendo baños y masajes cerca de la Mezquita para aquellos a los que les apetezca dedicarse unos minutos a sí mismos, aunque a veces la intimidad no sea su punto fuerte.

Corregidor Luis de la Cerda, 51

¿Apetece un baño? Foto: Mamadú Dabó.
¿Apetece un baño? Foto: Mamadú Dabó.

Qué comer y beber

La Córdoba de las tres culturas sigue invitando a perderse por sus calles en rutas taberneras de tapa y copa, en restaurantes donde el flamenquín, el rabo de toro o el salmorejo son religión como Casa Salinas, Casa Pepe de la Judería o Casa Rubio. Los grandes restaurantes que despuntaron en el pasado como El Caballo Rojo han dado paso a otros ya también convertidos en leyendas de la ciudad.

Taberna El Pisto, un clásico. Foto: Facebook.
Taberna El Pisto, un clásico. Foto: Facebook.

Taberna El Pisto

Abierta desde 1880, es de las tabernas más antiguas de Córdoba, y quizás la más coqueta de los centenares que salpican la ciudad. No le falta ni un detalle: carteles taurinos, farolillos, y olor a vino nada más entrar. Es el contexto ideal para marcarse una primera copa de Montilla-Moriles con una buen plato de jamón ibérico de Los Pedroches. Todos los clásicos gastronómicos (flamenquines, salmorejo, rabo de toro…) están bien representados en este lugar sagrado de peregrinación para los que buscan la huella del pintor cordobés Julio Romero de Torres o del mítico torero Manolete.

Plaza de San Miguel, 1

Los Berengueles

No pasa de moda este restaurante para los cordobeses amantes del producto de calidad (los pescados son frescos) y los clásicos cordobeses se sirven sin la más mínima pega. Su ensaladilla de gambas o el plato que le da nombre, los berengueles (plato frío de yemas de espárrago blanco con salmón y salazón) también están para chuparse los dedos. Antigua residencia de los marqueses de Valdeloro, la decoración de sus dos plantas, el patio y la terraza son espacios sobrios pero invitan a comer a tus anchas.

Conde de Torres Cabrera, 7

Arenque con salmorejo, uno de los deliciosos platos de El Choco. Foto: Almudena Martín.
Arenque con salmorejo, uno de los deliciosos platos de El Choco. Foto: Almudena Martín.

Choco

El cocinero cordobés Kisko García trajo los primeros reconocimientos internacionales gastronómicos a la ciudad, concretamente al barrio popular de la Fuensanta, de donde es oriundo. Recientemente remodelado, ha inaugurado hace pocos meses su espacio Mesa de la Cocina donde se ofrece un menú especial.

Compositor Serrano Lucena, 14

La Cuchara de San Lorenzo

Gastronomía clásica y cocina de autor se dan la mano en este reducido espacio ubicado en el barrio del Realejo que adoran los cordobeses. Sus platos, desde sus manitas de cerdo a los solomillos de buey, sus platos suenan en todas las quinielas cuando se habla de darse un capricho en una velada especial. Además cuenta con numerosos premios y reconocimientos.

Calle Arroyo de San Lorenzo, 2

Aquí la carne hay que probarla sí o sí. Foto: La Cuchara de San Lorenzo.
Aquí la carne hay que probarla sí o sí. Foto: La Cuchara de San Lorenzo.

Salón de Té

De las teterías de la judería podríamos decir que es la más auténtica. Si buscas un lugar donde descansar del callejeo propio de este barrio, este podría ser uno de esos oasis, donde reponerse con un delicioso batido de almendras o pistacho, o uno de sus varios tipos de té. Pasteles del Líbano se mezclan en la carta con repostería cordobesa y platos de origen marroquí para el almuerzo, que también lo sirven.

Calle Buen Pastor, 13

Qué comprar

Joyería Espaliú

La tradición joyera de los González-Espaliú ha sido reconocida internacionalmente. Tres generaciones de diseñadores de plata, cuyo alma mater fue escultor con obras en el museo Reina Sofía. Una de sus tiendas está en el casco histórico, en la calle Almanzor, y la otra en el recién inaugurado paseo peatonal de la Ribera, a espaldas de la Mezquita-Catedral, muy cerca del Puente Romano y de la Torre de la Calahorra.

Ronda de Isasa, 12

Tres generaciones de diseñadores de plata han pasado por aquí. Foto: Mamadú Dabó.
Tres generaciones de diseñadores de plata han pasado por aquí. Foto: Mamadú Dabó.

Juana Martín Diseño

La diseñadora cordobesa, habitual de las pasarelas, tiene también su propia boutique en la ciudad donde encontrarás, además de el típico traje de flamenca a colecciones más eclécticas en las que el blanco y el negro son protagonistas.

Don Rodrigo, 1

La pasarela se acerca a tí en esta tienda de Juana Martín. Foto: Mamadú Dabó.
La pasarela se acerca a tí en esta tienda de Juana Martín. Foto: Mamadú Dabó.

Meryan

La tercera generación de artesanos del cuero en la ciudad continua en su local de la preciosa calleja de las Flores ofreciendo artículos de primera calidad y un taller visitable y muy recomendable para conocer técnicas que dieron mucha fama a la ciudad desde la época medieval. No es de extrañar que firmas de lujo españolas como Loewe haya confiado en ellos para dar forma a sus líneas de productos. Bolsos, cofres, cuadros, cojines… Si pasas a echar un vistazo, no te arrepentirás.

Calleja de las Flores, 2

Un taller de cuero de toda la vida. Foto: Mamadú Dabó.
Un taller de cuero de toda la vida. Foto: Mamadú Dabó.

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