{{title}}
{{buttonText}}

Pegarse un chapuzón en un 'jacuzzi' del Atlántico

San Juan de la Rambla, Santa Cruz de Tenerife

Compartir

No solo de playas vive Canarias. Hay muchos lugares donde la lava volcánica tomó direcciones imprevisibles y se formaron pequeñas piscinas naturales junto al océano. Aquí los llamamos charcos y son muy populares. Es como estar en un pequeño jacuzzi, solo que lleno. Hay muchos salpicados por toda la costa pero hemos elegidos dos en la zona norte, de camino hacia la Isla Baja, donde suele haber buen clima. Están muy cerca el uno del otro y tienen buen acceso.

Uno de ellos es el Charco de la Laja, en el pueblo de San Juan de la Rambla. Tienes que entrar en el pueblo y seguir la carretera hasta que te encuentras con la calle de Los Sabandeños a mano derecha. Sigues recto hacia abajo y llegas a un parking no muy grande que está al lado del charco.

Justo después de San Juan de la Rambla está el municipio de La Guancha, en la carretera que va hacia Icod de Los Vinos. En ese trayecto hay una señal que indica el camino hacia el Charco del Viento, por una carretera un poco estrecha llena de plataneras. Después de la platanera, uno puede dejar el coche y bajar por un camino muy sencillo hasta el charco. Tanto este como el anterior tienen mar del norte, lo que significa que hay que estar atento a la fuerza que tenga ese día para no tener ningún problema con las corrientes.

Localización

Charco de la Laja