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Romería de la virgen de Muskilda

Ochagavía/Otsagabia, Navarra

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Los ocho danzantes vestidos de blanco y con cintas de colores alrededor del cuello, al modo del valle de Salazar, bailan el Modorro y la Jota delante de la Virgen. Les dirige “el Bobo”, otro danzarín vestido de arlequín, que destaca por los colores verde y rojo de su traje. La agilidad y coordinación de los mozos es apabullante. Saltan, enfrentan los palos y se cruzan como un auténtico mecanismo de relojería. Es 8 de septiembre y estamos en la ermita del monte Muskilda, abarratoda de locales y visitantes porque son las fiestas patronales de la Virgen. Las fiestas mayores de Ochagavía. En realidad los festejos comenzaron ayer con el tradicional chupinazo desde el ayuntamiento y el posterior pasacalles. Además, hay diversión para rato porque los festejos duran cinco días en los que se unen música, gastronomía, mercados medievales, deportes tradicionales y hasta una exhibición de cetrería. Pero el día clave es hoy, el de la virgen. La emoción se palpa en el ambiente. Grandes y pequeños han subido en romería a pie hasta el santuario para sacar a la virgen en procesión. Participantes unos, expectantes otros, todos al final se sumergen en una tradición de al menos 300 años que se ha convertido en patrimonio inmaterial de Ochagavía.

Localización

Nuestra Señora de Muskilda, Ochagavía, Navarra