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Agón

Municipio mudéjar con una historia milenaria

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Atravesado por el río Huecha, que divide al municipio en dos, Agón y su historia siempre han estado muy vinculadas al agua. Da fe de ello el excepcional descubrimiento, en 1993, del denominado Bronce de Agón, en el yacimiento arqueológico de Cabecico Aguilera, a las afueras del pueblo. Esta reliquia data de la época del emperador Adriano (siglo II) y sus inscripciones latinas describen el uso de las aguas de riego de un canal que discurría por la zona. El tesoro se encuentra en el Museo de Zaragoza, aunque se puede contemplar una réplica en la localidad, que cuenta con otros vestigios históricos de interés como la torre mudéjar de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario (siglo XVI), de estilo renacentista aragonés.

En este templo se conserva la hermosa talla gótica de Nuestra Señora de Gañarul, procedente de la ermita mudéjar del mismo nombre que encontramos fuera del centro urbano. Ambos edificios religiosos han sido declarados Bien Catalogado del patrimonio cultural aragonés. Un olivo milenario, en la plaza principal de Agón, es testigo mudo del transcurrir del tiempo. Además de arte y cultura, en Agón hallamos parajes como los humedales de El Prao. Un rincón excepcional donde el agua, las aves y la naturaleza lo dominan todo. El municipio forma parte de la Ruta de la Garnacha. El paisaje que abarca esta ruta enoturística (territorio de la D.O. Campo de Borja) ha sido declarado Espacio de Interés Turístico de Aragón.