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Alzira

Ciudad favorita de Jaime I 'El Conquistador'

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Seguir el cauce del Júcar nos puede llevar a visitar municipios de increíble belleza en la provincia de Valencia. La capital de la Ribera Alta del Júcar fue una población muy importante durante los años de dominio musiulmán. En aquellos tiempos, Alzira se encontraba completamente amurallada y contaba con bastantes mezquitas, casas de baño y molinos. Tras su reconquista, la villa fue uno de los lugares favoritos de Jaime I 'El Conquistador', que incorporó Alzira a la Corona de Aragón, otorgándola privilegios y un escudo con la leyenda 'Claudo regnum et adaperio' (Abro y Cierro el Reino). No era para menos, ya que Alzira era la única ciudad por la que podía cruzarse el río Júcar, auténtica llave maestra para combatir a los musulmanes. Aquí murió el monarca, y aquí vivió mucho tiempo, en la entonces Casa Real, de la que ya solo quedan unos metros de pared en su bien conservado casco urbano, que ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

Sin embargo, Alzira es un ejemplo de todo lo que se perdió en el camino. Una gran parte de su monumentalidad desapareció, a veces fruto de catástrofes naturales y otras de decisiones aberrantes. Algunas calles de la localidad, sin embargo, siguen dando clases magistrales del estilo gótico valenciano que caracteriza a esta tierra. Como ejemplos, las fachadas del Palacio de Casassús y del centro cultural Círculo Alcireño. Junto enfrente se encuentran las Escuelas Pías, que albergan hoy la Casa de la Cultura. También es destacable el Ayuntamiento, que combina elementos góticos, renacentistas y barrocos. Entre la arquitectura religiosa del municipio sobresalen templos como la Iglesia de Santa Catalina, el Real Santuario de Nuestra Señora del Lluch y el Convento de Santa Lucía. 

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