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Archena

Aguas purificadoras en medio de un vergel

A orillas del Segura y en un paraje natural protegido, el del Valle de Ricote, nos encontramos con uno de los balnearios de mayor fama no solo en la región de Murcia sino en toda España. Porque la cultura del agua es la cultura de Archena. Norias, acequias y acueductos pueblan su historia. Y aquí cobra pleno sentido la expresión popular de 'regresar como nuevo'. Porque las aguas termales del Balneario de Archena, con 15.000 años de antigüedad, están cargadas de iones negativos que relajan el cuerpo, aumentan el sistema inmunodefensivo y, por si fuera poco, regeneran la piel. Lo dicho: como nuevos.

Pero la oferta termal de Archena viene acompañada por otros alicientes. La Iglesia de San Juan Bautista, por ejemplo, fue construida a finales del siglo XVII gracias al sacrificio de los habitantes, que corrieron con los gastos de la edificación. Pero el dinero no dio de sí y quedó incompleta. Lo comprobaremos al visitar su fachada, en la que brilla por su ausencia una torre gemela. En el centro del municipio destaca también el Palacete de Villarias, escoltado por un bellísimo jardín. El Puente de Hierro y el Castillo de Don Mario, un antiguo palomar con torres cilíndricas y arcos ojivales, completarían nuestra visita por las calles del municipio. 

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