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Atxondo

Siguiendo el río

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Sea en familia, en pareja o en solitario, la Vía Verde de Arrazola es la mejor manera de conocer el alma del municipio vasco de Atxondo, en un paseo rebosante de vegetación que bordea el río del mismo nombre. A través de esta línea de vida, uno se va encontrando con los grandes alicientes dispersos por los barrios de la localidad y su espectacular paisaje.

El camino a su esencia se inicia en el barrio de Apatamonasterio, donde destaca la sencilla iglesia de San Pedro Apóstol, con el monte Amboto de telón de fondo. En dirección a dicha montaña se llega a Marzana, que cuenta con otro interesante templo de carácter rural, la iglesia de San Martín. No muy lejos, pero saliéndose un poco de la espina dorsal de Atxondo, aparece el barrio de Axpe. Allí, merece la pena hacer un descanso en la coqueta plaza de San Juan, a los pies de la parroquia.

Volviendo al sonido del río, se llega a otro núcleo que da nombre a la vía y que tuvo una gran tradición minera: el Arrazola. Llegados al final de trayecto se comprende que la particularidad de la zona es su dispersión, porque al espíritu rural de las construcciones religiosas se suman algunos de los caseríos más antiguos de la provincia, como el de Urrutia y Oyargane, que se despliegan durante toda la caminata.