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Belchite

El recuerdo de la Guerra Civil en un paraje estepario

La Guerra Civil marcó a sangre y fuego la historia de Belchite, en el centro geográfico de Aragón. Las ruinas del Pueblo Viejo son hoy testigo mudo de la Batalla de Belchite, en la que murieron 5.000 civiles bajo las bombas y la metralla. Recorrer hoy esos edificios destrozados es todo un ejercicio de historia. Está prohibido acceder por libre a esta zona, ya que en algunas partes hay riesgo de derrumbe, pero existen visitas guiadas (diurnas y nocturnas) organizadas por la Oficina de Turismo. El recorrido, imprescindible, resulta toda una experiencia.

Además de las ruinas de la icónica iglesia mudéjar de San Martín (siglo XIV), conoceremos otras construcciones interesantes como los edificios civiles de la Calle Mayor, las ruinas de la Torre del Reloj (siglo XVI) y los restos de dos conventos del siglo XVIII (San Rafael y San Agustín), además de los vestigios del antiguo Seminario, también destrozado en 1937. A pocos metros del Pueblo Viejo se levantó, a mediados del siglo XX, el Pueblo Nuevo de Belchite, donde se halla un Museo Etnológico. A unos 3 kiómetros encontramos el Santuario de Nuestra Señora del Pueyo, uno de los conjuntos barrocos más importantes de Aragón, que se asienta sobre un antiguo yacimiento arqueológico romano.

Otro de los atractivos de Belchite es su riqueza natural. Envuelto en un mar de olivos, algunos con 500 años de antigüedad, las aguas del río Aguas Vivas bañan esta localidad. El hermoso paraje de Las Estepas, único en Europa Occidental, alberga la Reserva Ornitológica de El Planerón y el Refugio de Fauna Silvestre La Lomaza. Vale la pena atravesar los caminos de estos montes semiáridos, así como asomarse al Pozo de los Chorros, una garganta del río Aguas Vivas, e incluso practicar la espeleología en la Cueva de los Encantados, de 112 metros de profundidad.

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