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Benagéber

El resurgir de un pueblo enterrado bajo las aguas

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A mediados de los años 50, los habitantes del antiguo núcleo de Benagéber abandonaron sus casas. El motivo fue la inauguración de un embalse que iba a sumergir sus viviendas bajo las aguas. Algunos se trasladaron al nuevo Benagéber; otros se redistribuyeron por aldeas y diferentes poblaciones. El embalse y su presa, rodeados de bosques y barrancos, son hoy parajes de interés turístico. Pero Benagéber tiene mucho más que ofrecer en cuanto a naturaleza. Por ejemplo, la subida al Mirador del Pico Franco, desde donde se ven la Sierra de Javalambre y la Serranía de Cuenca; otros atractivos son los parajes del Charco Negro y el del Charco La Dalta. En Fuente Muñoz se pueden practicar diversos deportes multiaventura. Siguiendo el Camino del Silencio se descubren las antiguas aldeas abandonadas. La única que queda habitada es la de Nieva, con su Ermita de San Isidro, del siglo XIX.

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