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Benicolet

Naturaleza pura en un pueblo de tradición agrícola

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A Benicolet lo envuelven la sierra, el campo y los ríos, y sus parajes naturales satisfacen a quienes disfrutan en contacto con la vegetación y el aire puro. Tanto a pie como en bicicleta se puede alcanzar la Fuente Vieja, habilitada con mesas y quemadores para asar o hacer paellas. En la parte más alta se ubican los parajes de la Fuente de la Murta o de la Teula. Otro rinconcito con encanto es el del Azud de Blai. La edificación más interesante del núcleo urbano es la Iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XVI. También se conservan las ruinas de un 'riurau', antigua construcción empleada para almacenar las pasas durante el proceso de secado.

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