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Bràfim

Tras los pasos del arquitecto modernista Josep Maria Jujol

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Con calles estrechas y sinuosas, Bràfim se articula alrededor de la Iglesia Parroquial de Sant Jaume, edificio de transición del gótico tardío al barroco, construido a finales del siglo XVII y que alberga en su interior varias obras de arte destacadas. Una es la talla de la Verge d’Agost, de 1715, que descansa sobre un lecho de alabastro. La otra, un notable retablo barroco de finales del siglo XVIII. También llama la atención la fachada modernista del Ayuntamiento, obra de César Martinell, figura clave en la expansión de este movimiento en tierras tarraconenses. Pero la huella modernista va más allá con uno de los grandes de este movimiento catalán, Josep Maria Jujol. En el Santuario de Loreto, cercano a Bràfim, Jujol dejó su huella escultórica en la fuente-surtidor que se halla junto al templo, un edifico neorománico de 1956 donde anualmente se celebra una popular romería.

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